- Por muy complicado que parezca resumir tu trayectoria profesional y académica en una página, es posible. Piensa que hay muchos detalles irrelevantes. Recuerda: que la cantidad no es lo mismo que la calidad. Has de seleccionar bien la información que vas a incluir en tu CV , de esta manera aumentarás tus posibilidades de ser contratado.
- Independientemente de la experiencia que tengas, tu currículum no debería ocupar más de una hoja. Ante la cantidad de solicitudes de empleo que recibe el departamento de RRHH cada día, la media son 6 segundos de tiempo el que se tarda en descartar un CV.
- Utiliza acrónimos: Las abreviaturas y los acrónimos son bastante usados en el mundo laboral, pero ojo con los que utilizas, ya que es un documento formal. Si usas alguno asegúrate de que su significado sea estandard.
- Elimina datos innecesarios para tu CV: Incluye sólo datos relevantes para ese puesto. Hay muchos datos que los incluimos para ampliar información pero hay que pensar muy bien lo que incluimos y centrarlo en la oferta de empleo en concreto.
- No necesitas citar todas tus habilidades, sólo las más interesantes: Evita que ocupe espacio, no sirve para nada. Y si lo indicas, demuéstralo con algún ejemplo concreto. Habitualmente se suele indicar en los logros, trabajalos bastante.
- No lo decores demasiado: Utiliza un lenguaje sencillo y directo, pero sobretodo concreto. Exprésate mejor en tu carta de presentación.
- Recuerda adaptar siempre tu CV a cada una de las ofertas a las que te presentas: Piensa en lo que la empresa busca. Enumera las habilidades que han mencionado en la descripción de la oferta de trabajo, la experiencia previa y conocimientos que necesitas para acceder al puesto. Desarrolla cuáles son más relevantes al puesto, este dato es lo más importante y has de incluirlo siempre en tu CV, el resto es innecesario.
- Reduce tus datos de contacto: Sé consciente de la información que le puede interesar al reclutador. Siempre incluye los datos – móvil, correo, para que te contacten.