El primer problema que nos surge a la hora de enfrentarnos a una entrevista de trabajo, es que no la preparamos, vamos a improvisar, » a ver que nos preguntan», y con los nervios algún interruptor se nos apaga en el cerebro porque a todos nos ha ocurrido responder automáticamente sin saber lo que decimos o sin hacer caso a lo que nos preguntan.

Vamos a poner un listado de las preguntas más habituales, explicando qué quieren realmente saber y qué debemos responder, lo primero es nuestra actitud: SONRIENTE (sin parecer unos locos) y sin que se note que es lo que realmente pensamos (que nada nos sorprenda), empezamos:

 Si tuvieras que definirte, ¿cuáles serían tus cuatro mejores virtudes y tus cuatro peores defectos?:

    Nos la pueden formular de varias maneras ¿cómo te definirías?… la mayoría intentamos mentir, poniéndonos de súper trabajadores y decimos tonterías como «uy, yo soy muy perfeccionista con mi trabajo (como defecto), hasta que no lo dejo perfecto no paro» o «soy muy responsable, buena compañera y puntual».
    ¿Qué es lo que quiere saber el seleccionador con esta pregunta?, conocernos claro, ver si nosotros tenemos una versión realista de cómo somos y si entendemos que nos preguntan por el trabajo, así respuestas como, «soy muy buena amiga, buena persona….» no servirán, bien por ti, pero te están preguntando por el ámbito laboral.
    ¿Por qué no vale decir soy muy puntual? porque no aporta nada, faltaría más que te paguen para venir a las 8 y vengas cuando quieras.
    ¿Por qué no vale decir aprendo rápido?, porque aquí se viene sabido de casa, no es una academia es un trabajo, reconoces que no controlas mucho.
    ¿Por qué no vale decir soy ordenada?, porque eso quiere decir que colocas los post it por colores y tamaños no aportas nada.
    1. ¿Por qué no vale decir soy buena compañera? porque te pagan por ser buena trabajadora, si te llevas amigos además mejor, pero resaltar eso de ti implica que al llegar nueva a tu trabajo te vas a preocupar por caer bien, hacer amigos, ir a tomar café…
     ¿Por qué no puedo decir que mi defecto es que soy demasiado perfeccionista?, porque normalmente es mentira, no quieres decir algo negativo de ti y no se te ocurre decir otra cosa porque piensas que te lo van a valorar bien.

Recordad que cuando hablamos bien de nosotros mismos normalmente no nos creerán, pero lo que decimos malo nos lo creerán seguro, hay gente que dice como defectos «soy vago, tengo problemas con recibir órdenes, no me gusta madrugar…» y eso se oye en entrevistas de verdad, ¿qué debemos decir entonces?
Aunque depende de cada puesto de trabajo, todas las Empresas en general buscan personas:

    • positivas: son aquellas que no necesitan ser continuamente motivadas, que no se dejan abatir por las dificultades, y que no se llevan los problemas personales al trabajo (CUIDADO no es ser un flower power continuamente riendo)
    • adaptables: personas que no tienen miedo a partir de cero a comenzar en un nuevo sector, puesto… que trabajan igual de bien en equipo que solos, que no tiene problemas para tratar con todo tipo de personas ( clientes, proveedores, compañeros…) (CUIDADO no es una locura de experiencia laboral en la que primero fuiste monje budista y ahora quieres trabajar en la bolsa)
    • autosuficientes: son aquellas personas que entendiendo las reglas y normas del trabajo, son capaces de organizarse, sin necesidad de que les supervisen constantemente (CUIDADO, no es el «deja deja que yo ya sé)
    • y que sepan priorizar y organizarse en el trabajo, con resistencia a la frustración y acostumbrados a trabajar con estrés (CUIDADO saber organizarse no es ser ordenada, eso es ordenar tu mesa con los lápices agrupados)

Como defectos que podemos decir:

Diremos aquellos genéricos que no den excesiva información sobre nosotros, aquellos que cualquier persona puede tener, diremos que sabemos cuáles son y lo que hacemos para superarlos, nada de » así soy y si quieres bien y sino también», porque nos dejaran abierta la puerta de la calle.

Usaremos el DAFO, con sus estrategias para decir una debilidad y luego una fortaleza que la potencie.

  • tengo un pronto un poco fuerte (quien no ha dicho alguna vez » tú a mí no me has visto enfadado»), diremos tengo un pronto algo fuerte pero ya me he dado cuenta que en el trabajo no es muy útil y casi lo tengo completamente dominado
  • a veces soy un poco orgulloso, ( como todo el mundo igual que el anterior)
  • soy algo cabezota a veces, lo mejor es escuchar otras opiniones y entre todos llegar a un consenso.

Ya veis nada del otro mundo, recordad decir que es lo que hacéis para superar estos «defectos».

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