El americano investigador Dr. Rudolph Flesch expone:
Hay personas que son más propensas a leer un texto si contiene dos o tres veces más «usted» (y «su», «suyo/a», y el nombre del lector), que las referencias a la escritora/or (» mí «,» yo «,» nuestro «,» nosotros «, y el nombre del escritor).
Piensa en esto cuando estés escribiendo tu próxima carta de presentación.
No es bueno:
- Soy un experto …
- Busco …
- Espero unirme a una organización que …
- Tengo la esperanza de X donde yo puedo … «.
Olvídate de todo eso.
En su lugar escribe:
- Su anuncio indicaba que busca …
- Su organización puede beneficiarse …
- La propuesta de valor para su organización es …
El lector no te conoce y por lo tanto no tiene nada invertido en ayudarte a conseguir lo que quieres (incluso si dices que la empresa le debe de contratar para mejorar).
La compañía tiene algo invertido en su propia prosperidad, la imagen, la longevidad, el crecimiento y el éxito.
Llamamiento al «Factor YO» de la empresa ¿Qué hay en él para mí? ya que es la empresa emisora la que toma las decisiones y debes indicar en qué estáis sintonizados.