Estamos tan acostumbrados a oír lo que tenemos que hacer que se nos olvida lo que no debemos de hacer, por eso te recordamos unos consejitos.
- Nunca copiemos y peguemos la misma carta de presentación que se ha enviado a otra empresa. Elaboraremos una optimizada y pensada para cada puesto de trabajo y cada empresa.
- No cumplir los requisitos mínimos que exige la oferta o empleo. Si enviamos un currículum que no se ajusta a que se solicita puede perjudicarnos.
- No detectar que requisitos, habilidades o conocimientos son los mínimos solicitados. Un ejemplo claro puede ser, trabajar para una compañía internacional con sede en Reino Unido, lo que conllevará a tener un nivel de inglés alto e imprescindible, si dispones de otro idioma diferente al imprescindible y cumples más del 80 % de las condiciones de la oferta, puedes investigar si tienen clientes que hablen tu otro idioma y además reforzar tu candidatura para ofrecerte para trabajar en el área donde puedas utilizar este idioma.
- Dar por sentado que conocen nuestras fortalezas. Documentarse sobre la empresa, investigar y conocerla, con el fin de adaptar mejor nuestras capacidades al puesto de trabajo ofertado.
- Aparentar demasiada confianza. No hay que acudir a la entrevista de selección con una actitud altiva o superior, ni tampoco nervioso/a o con sensación de inferioridad.
- Tener curriculum desactualizado. Revisa que el currículum enviado es el que quieres que reciban, el actual, es posible que se haga llegar a la empresa un currículum que olvide adjuntar el último trabajo y esté pueda ser la clave de tu contratación por pertenecer al mismo sector o disponer de las habilidades necesarias para tu contratación.
Recuerda estos consejos para revisar antes de enviar una candidatura, si necesitas ayuda para este complicado momento, te ayudamos, contáctanos.